Barranco de los Grajos (Cieza, Murcia). La escena protagonizada por un grupo de danzarinas, con sus cuerpos contorsionados y los brazos elevados al cielo, acompañadas de varios hombres alineados como si de un desfile se tratara, y en donde no falta la presencia de figuras de animales, constituye un claro testimonio de la existencia de rituales en el seno de la sociedad levantina (Fotografía de M. A. Mateo Saura).
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La esquematización y estilización de las figuras me trae a la memoria toda la pintura levantina. Lo que más me sorprende es el conjunto en sí, muy completo, con figuras masculinas, femeninas y animales. Realmente sorprendente.
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