En los últimos veinte años, se ha producido uno de los fenómenos más relevantes en el ámbito de la divulgación del Patrimonio Cultural: la apertura de los llamados Centros de Interpretación por toda la geografía hispana. En realidad, cualquier elemento que se nos ocurra (natural, etnográfico, artístico, etc.) es susceptible de ser interpretado y, por ello, de contar con un espacio museístico de este tipo.
Sin embargo, la falta de una planificación de las necesidades y de los recursos que estos centros requieren para su funcionamiento, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las administraciones públicas. Como ejemplo particular se presenta la situación en que se encuentra el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Moratalla (Murcia).
Una problemática muy similar a la de otros centro dedicados al arte rupestre de Cataluña y el resto del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Disponible en: https://www.raco.cat/index.php/Podall/article/view/321905/412573
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