El próximo domingo día 24, con la visita al yacimiento
de Cañaica del Calar, finalizan los II Encuentros de Arte Rupestre de
Moratalla. Sin que esto pretenda ser un balance de los mismos, puesto que ni es
el momento ni el lugar para hacerlo, sí queremos reflexionar acerca de la poca implicación que, en general, tiene la
población de la localidad con un acontecimiento como éste.
Desde la administración local se ponen todos los
medios al alcance para el buen desarrollo de la actividad, los trabajadores del
ayuntamiento, más allá del deber
implícito en su trabajo, regalan horas de su tiempo personal y su
esfuerzo porque todo discurra bien, y para que desde los «Encuentros» emane una
buena imagen de Moratalla, y los investigadores invitados acuden a la llamada
con total desinterés, sin poner traba alguna de día u hora, para exponer los resultados de sus
investigaciones o a dar a conocer el arte rupestre de su área de trabajo.
Por todo ello, resulta llamativo que los vecinos de
Moratalla no respondan a tanto esfuerzo.
¿Dónde están esos «eruditos» locales, a los que tanto
se les llena la boca hablando de los fabulosos libros, de historia, de etnografía
y de otras disciplinas, de los que son autores? ¿Dónde están los maestros y
profesores de los colegios e instituto? ¿Es posible tan poca implicación con la
cultura de su localidad o de la localidad donde trabajan? ¿Tan poco interés
tiene para ellos el arte rupestre que no son capaces de asistir a ninguna de
las conferencias programadas? Y los alumnos del instituto, ¿se les ha explicado
lo que es el arte rupestre y la importancia que éste tiene en el Patrimonio
Cultural de Moratalla? ¿Saben que Moratalla es uno de los municipios de España
más rico en manifestaciones de arte prehistórico, Patrimonio Mundial? Pero
yendo más allá y al margen de la temática de que se trata, ¿son tan cortos de
miras que no son capaces de valorar el esfuerzo realizado con iniciativas como ésta
por dinamizar la vida cultural de Moratalla y promocionar la localidad? Bastaba
con su sola presencia en alguno de los actos programados.
Tampoco se entiende, por ejemplo, que el cronista
oficial de la localidad, que como tal cronista debería ser notario de lo que
pasa en su pueblo, desaproveche la ocasión que le brinda un periódico regional
el domingo 17, media página, para promocionar un evento como es el de los
Encuentros de Arte Rupestre, único en la Región de Murcia, e implícitamente,
dar una imagen más real del Patrimonio de Moratalla. En vez de eso, prefiere escribir
sobre algo tan manido, conocido y atemporal como es el castillo-fortaleza de la
localidad, que es importante sin duda, pero que puede ser objeto de difusión en
otro momento.
Confieso que no llego a entender la causa de tanto
desatino. Es posible que se deba a una conjunción de factores, entre los que
muy posiblemente estén la necedad y un ego mal entendido por parte de algunos
«pseudo-intelectuales», o también que una idiotización ideológica se haya
apoderado de otros muchos y les impida comprender que todas estas acciones
forman parte de la CULTURA, con mayúsculas, de Moratalla. Cultura, no política.
Está claro que la actitud mayoritaria, lejos de apoyar iniciativas como ésta,
únicas en la Región, es la de, al menos,
mantenerse al margen, cuando no torpedearlas. Un ego demasiado crecido, en
virtud de desproporcionados méritos, les lleva a creer que están por encima del
bien y del mal.
Da igual. Moratalla merece algo mejor. Por ello, no
cejaremos en el empeño.
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